Los pinos están mal vistos por parte de la sociedad. Así, en general. Sin entrar en que hay siete especies de pino nacionales, seis peninsulares, cada una con sus características, peculiaridades y adaptabilidades.
A la gente no les terminan de convencer, los acusan de foráneos, de oportunistas, de plantados con intereses comerciales, de árboles innobles. Para muchos, es preferible cualquier otro tipo de bosque e incluso algunas formaciones de matorral.
Sin embargo, la ciencia lo tiene claro. Los pinos siempre han estado entre nosotros. Valga una muestra:
De forma genérica, los pinos son especies pioneras, que son capaces de crecer en suelos pobres y degradados. Pero cuidado, que no podemos meterlos a todos en el mismo saco y cada especie es peculiar.
El profesor Luis Gil nos cuenta de forma magistral todo esto y mucho más en su charla: